Tic-Tac.
El Tiempo no para; todo el mundo lo sabe. El Tiempo nunca va hacia atrás; el mundo
entero vive con ello.
Tic-Tac.
El Tiempo duele, el Tiempo cura, el Tiempo desespera, el Tiempo alegra, el Tiempo te
cuida, te enseña, te acompaña, te atrapa.
Tic-Tac.
El Tiempo es amigo de la Experiencia, templador de emociones. El Tiempo pone todo
en su lugar y nada escapa de él.
Tic-Tac, Tic-Tac.
¿Nadie lo oye? No se dan cuenta. ¿Se habrán acostumbrado a su sonido? Levanta la
cabeza; contempla todo lo que quieras, pero que el tiempo no te vea.
Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac.
El Tiempo no se para por nadie; no se va a parar por ti. ¿Qué sucede? ¿Nadie más lo
oye? Apremiante, castigador. La velocidad te da vertigo. Y no puedes parar el Tiempo.
No puedes parar tu Tiempo.
Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac.
Todos siguen en calma, como si no pasara el Tiempo para ellos; pero tú oyes el reloj,
corriendo, susurrándote que no tienes tiempo. ¿Será un aviso? ¿Será un engaño?
Todo el mundo parece tranquilo a tu alrededor ¿Es que nadie más lo oye?
Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac.
Tu reloj parece correr, ir más deprisa que el del resto. Igual los demás están tranquilos
por eso. Tu tiempo se agota y no es una ilusión. El Tiempo no estaba intentando
engañarte, sólo pretendía avisarte (Carpe Diem resuena en tu cabeza). Notas cómo se
te escapa todo de entre las manos.
Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac.
Antes fuerte, antes valiente; te recoges en tí misma, asustada, desprotegida e
incomprendida. No te queda nada. Todo lo que tenías se ha esfumado, disuelto en la
oscuridad. Ya no ves nada. Ya no te queda nada.
Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac.
Y sin la luz y con el Tiempo corriendo sin parar, no ves las opciones, la salida al fracaso
y a la inutilidad. Desesperada. Sola. INCOMPRENDIDA. Tu reloj ha parado y el del
resto del mundo sigue funcionando. Tu tiempo ha terminado.
Tic-Tac.
¿Quién querrá acompañar a quien tiene el corazón parado?